2 1 Dos días después había una boda en Kenah de Galil y la madre de Yahshúa estaba allí. Joh 2:2 Yahshúa también estaba invitado a la boda junto con sus talmidim. Joh 2:3 El vino se terminó, y la madre de Yahshúa le dijo: "Ellos ya no tienen vino." Joh 2:4 Yahshúa respondió: "Madre, ¿por qué eso me tiene que importar a mí o a ti? Aún mi hora no ha llegado." Joh 2:5 Su madre le dijo a los sirvientes: "Hagan lo que El les diga."[12] Joh 2:6 Ahora bien, había allí seis vasijas de piedra utilizadas para guardar agua para la ceremonia Judía del lavado de manos,[13] cada una con una capacidad de veinte o treinta galones. Joh 2:7 Yahshúa les dijo: "Llenen las vasijas con agua," y ellos las llenaron hasta el borde. Joh 2:8 Entonces les dijo: "Ahora, saquen un poco y llévenlo al maestro de ceremonias del banquete," y ellos se lo llevaron. Joh 2:9 El maestro de ceremonias probó el agua; ¡ahora estaba convertida en vino! El no sabía de donde había venido, pero los sirvientes que habían sacado el agua si sabían. Así que llamó al novio, Joh 2:10 y le dijo: "Todo el mundo sirve el mejor vino primero y el de inferior calidad después que la gente ha bebido libremente. ¡Pero tú has guardado el buen vino hasta ahora!" Joh 2:11 Esta, la primera de las señales milagrosas de Yahshúa, la hizo en Kenah de Galil; El manifestó su gloria, y sus talmidim vinieron a confiar en El.[14] Joh 2:12 Después de esto, El, su madre, sus hermanos y sus talmidim fueron a Kefar-Najum, y se quedaron allí unos días. Joh 2:13 Era casi el tiempo para la Festividad de Pésaj en Yahudáh, así que Yahshúa subió a Yerushalayim. Joh 2:14 En los terrenos del Templo se encontró a aquellos que vendían bueyes, corderos y palomas, y a otros que se sentaban junto a las mesas cambiando dinero. Joh 2:15 Haciendo un látigo con cuerdas, echó fuera de los terrenos del Templo a todos, también echó los corderos y los bueyes. Volcó las mesas de los cambistas de dinero, regando todas las monedas; 16 y a los vendedores de palomas les dijo: "¡Saquen todas estas cosas de aquí! ¿Cómo se atreven a convertir la casa de mi Padre en un mercado?"[15] Joh 2:17 Sus talmidim se recordaron después que el Tanaj dice: "El celo por tu casa me devorará."[Sal 69:9] Joh 2:18 Así que los Yahudim le confrontaron preguntándole: "¿Qué señales milagrosas puedes mostrarnos para probar que tienes el derecho de hacer esto?" Joh 2:19 Yahshúa les respondió: "Destruyan este Templo y en tres días Yo lo levantaré otra vez."[16] Joh 2:20 Los Yahudim dijeron: "Tomó cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y Tú lo vas a levantar en tres días?" Joh 2:21 Pero el "templo" del que El hablaba era su propio cuerpo. Joh 2:22 Por lo tanto, cuando El fue levantado de entre los muertos sus talmidim recordaron que El había dicho esto; y confiaron en el Tanaj y en lo que Yahshúa había dicho . Joh 2:23 Ahora, mientras Yahshúa estaba en Yerushalayim en el tiempo de la Festividad de Pésaj hubo mucha gente que creyó en Su Nombre[17] cuando vio los milagros que El hacía. Joh 2:24 Pero El mismo no se fiaba de ellos, porque conocía como es la gente; Joh 2:25 esto es, El no necesitaba que nadie le informara sobre una persona, porque conocía lo que hay en el corazón de la gente.